Hoy nos sumergiremos en el fascinante universo de los juegos indie, ese espacio donde la creatividad y la innovación brillan con fuerza. No es ningún secreto que estos títulos han tomado por asalto la escena gaming, desde joyas atemporales como Hollow Knight – del cual aún anhelamos su secuela Silksong – hasta las emocionantes sorpresas como Palworld, cada uno dejando una huella imborrable en nuestros corazones.
Pero, ¿qué hay de ese título que se esconde en las sombras, listo para revelar sus secretos? Nos referimos a A Void Hope, un juego que promete llevarnos en un viaje lleno de misterio, plataformas desafiantes y puzles que pondrán a prueba nuestra astucia, recordándonos bastante a la atmósfera envolvente de Stranger Things.
Así que prepárense, porque hoy descubriremos el oscuro mundo de A Void Hope.
A Void Hope nos presenta un escenario conocido: un mundo infectado por un virus que convierte a las personas en seres vacíos, sin recuerdos y finalmente en monstruos. Sí, suena a algo que hemos visto antes, ¿verdad? Desde el principio, la historia nos sumerge en este cliché, presentando a uno de los dos protagonistas infectado por el virus y perdiendo sus recuerdos.
Nuestra misión es aventurarnos desde nuestra cabaña en el bosque para explorar diversos lugares y recuperar algunos de nuestros recuerdos junto a nuestra esposa, quien también es un personaje jugable más adelante. La premisa de recuperar recuerdos podría haber sido interesante, pero la sorpresa es tan predecible que la trama pierde su fuerza.

La ambientación de A Void Hope es su punto fuerte. La música nos transporta directamente a los años 80 con piezas musicales que nos sumergen por completo en este mundo oscuro y desolado. Cada melodía está cuidadosamente diseñada para transmitir la sensación de desolación propia de un paisaje postapocalíptico. Y ¡vaya que lo logra! La combinación de esta banda sonora con el detallado pixel art de los personajes y los edificios nos regala una experiencia visual y auditiva que roza la perfección.
Lamentablemente, hasta aquí podemos llegar con las partes realmente positivas del juego. El gameplay es extremadamente sencillo. Tenemos que explorar principalmente distintos puntos de una ciudad, encontrar algunos elementos ocultos y, por supuesto, la salida de cada uno de los escenarios. El problema llega cuando nos damos cuenta de que prácticamente no tenemos ningún elemento que represente una amenaza. Los zombies sombra son más un adorno que un enemigo a vencer. Muy pronto en la historia conseguimos una pistola de rayos que destruye a nuestros lentos enemigos de un solo tiro. Si bien estos zombies sombra te matan al contacto, nuestro castigo es retroceder un poco en el mapa. No nos mandan al inicio del nivel ni hay un castigo superior a este. Por otro lado, los puzzles simplemente están ahí, esperando a ser resueltos con el menor esfuerzo posible. En la mayoría de los casos, basta con caminar a la siguiente puerta para encontrar la respuesta del acertijo. Creo que lo más desafiante son unos mini juegos que nos recuerdan al juego de la viborita, donde puedes pasar un par de minutos en completarlo por sus controles poco responsivos en esta parte.

Por último, pero no menos importante, el juego, con todos sus secretos y al 100%, tiene una duración de 2 horas. Estoy de acuerdo en que no todos los juegos deben tener una extensión enorme para ser bien recibidos o recordados, pero nos deja mucho que desear.
En resumen, A Void Hope nos invita a adentrarnos en el vasto universo de los juegos indie, donde la creatividad y la innovación suelen ser protagonistas. Sin embargo, este título, aunque prometedor en su ambientación y música, no logra destacarse completamente. Su historia, aunque familiar, ofrece pocos elementos sorprendentes, y su jugabilidad simple y falta de desafío deja mucho que desear. Aunque nos sumerge en un mundo oscuro y desolado, con una banda sonora que nos transporta a los años 80, A Void Hope no logra mantenernos enganchados más allá de unas pocas horas de juego. En definitiva, es una propuesta que, si bien tiene sus puntos fuertes, no logra alcanzar su máximo potencial y termina dejando un sabor agridulce en la experiencia del jugador.
Morri